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Una patente es un título de propiedad temporal de una invención o modelo de utilidad, otorgado por el Estado a los inventores con el objetivo de proteger su creación.
La obtención del registro de patentes garantiza el uso
exclusivo y seguro en todo el territorio nacional; y evita que los concurrentes usen su producto. Es decir, otorga al titular derechos para evitar que terceros produzcan, utilicen, vendan, importen, etc., el objeto protegido sin su consentimiento.
El registro de patentes se realiza en el INPI – Instituto Nacional de Propiedad Industrial en un largo proceso, que requiere un acompañamiento con cumplimiento de los plazos, con pasos que requieren conocimientos técnicos y
legislación. El incumplimiento de estos plazos puede conducir a la pérdida de derechos.
La patente es un título exclusivo y garantiza a su titular los derechos para usarla como lo considere conveniente.
Para aquellos que buscan invertir en productos innovadores, el registro abre una gran ventaja em el mercado y la certeza de que nadie comercializará su producto, a menos que usted decida licenciarlo.
Además de proteger su producto, el registro de patentes le
permitirá explorar comercialmente su tecnología, , incluida la extensión de este comercio a otros países donde el producto esté protegido; reserva de mercado por un período de tiempo; facilitan inversiones, préstamos, licencias etc.
Cuando se piensa en registrar una patente, el primer paso es realizar una encuesta previa, para no correr el riesgo de invertir tiempo y dinero y tener su solicitud denegada.
Es un importante indicativo para decidir si usted entra con el pedido o no, pues es a través de él que usted identifica si lo que usted pretende solicitar ya no existe, además de evaluar si el pedido cumple con los requisitos de patentabilidad.
El producto necesita ser nuevo y original, algo que no exista o que genere una mejora en algo
existente.
Además de ser novedad el producto necesita generar nueva funcionalidad.
El producto necesita tener fabricación en serie en la industria.
El Diseño Industrial es clasificado como un tipo de patente y se diferencia de la patente de invención y modelo de utilidad por no proteger la funcionalidad, sino la forma ornamental y estética de los productos.
Son registrables los diseños que sean nuevos – cuando no se hayan hecho públicos en Brasil o en el exterior antes del depósito – y originales – cuando resulten de una configuración visual distintiva en relación con otros objetos anteriores, incluso resultantes de la combinación de elementos conocidos.
El diseño industrial se puede encontrar en diversos productos, como relojes, gafas, joyas, muebles, estándar ornamental de tejidos, equipos electrónicos, vehículos, embalaje, entre otros.
Además de los requisitos de patentabilidad, para ser protegido como diseño industrial, el objeto debe cumplir otro requisito:
Unidad de diseño industrial y variaciones:
La solicitud deberá referirse a un único objeto. Se permiten hasta 20 variaciones configurativas, siempre que mantengan la misma característica distintiva principal y estén destinadas al mismo propósito.
Hay dos clasificaciones de patentes:
1) P.I. – Patente de Invención – Es la patente concedida al invento que no posee similar en el mercado, o sea, es enteramente nuevo. Su protección será garantizada por 20 años.
2) M.U. – Modelo de Utilidad – Es la patente concedida a la invención u objeto de uso práctico, o parte de este, susceptible de aplicación industrial, que presente una nueva forma o disposición, que resulte en una mejora funcional en su uso o en su fabricación. Su protección será concedida por 15 años. Ej.: Máquinas, Instrumentos, etc.
La Ley de Propiedad Industrial (LPI) excluye de protección como invención y como modelo de utilidad creaciones, ideas, actividades intelectuales, descubrimientos científicos, métodos o invenciones que no puedan ser industrializados (producidos a escala industrial).
Los softwares patentables son aquellos que permiten el funcionamiento de una máquina, computadora o un equipo. Es decir, que sean esenciales para la propia existencia del producto. Las aplicaciones o utilidades, que no necesitan estar presentes para que una máquina funcione, son susceptibles del registro de programa de computadora (Código fuente) o registro de derechos de autor.
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